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Basta con tropezar o realizar un mal movimiento en el gimnasio para que nos lesionamos. Por eso es importante que conozcamos bien nuestro cuerpo y sus límites, además tener presente cómo podemos ejercitarnos de manera correcta y segura.

Las lesiones deportivas son aquellas que ocurren durante el ejercicio físico, sin importar si es una práctica competitiva o recreacional. Algunas de estas ocurren de forma accidental y otras pueden ser el resultado de malas prácticas, sobre carga o del uso inadecuado del equipo de entrenamiento.

Las lesiones deportivas se pueden producir por diversos motivos, sin embargo, entre los principales y más comunes encontramos:


• Caídas
• Falta de entrenamiento
• No calentar antes de realizar actividad física
• No usar el equipo de protección del deporte
• Utilizar la técnica incorrecta para realizar un deporte
• Sobrecarga muscular
• Entrenamiento excesivo
• Levantamiento de peso mayor a lo debido
• Alimentación inadecuada
• Falta de concentración y coordinación
A su vez, las lesiones que más se producen en la práctica deportiva son:
• Esguinces o torceduras de ligamentos
• Desgarros de músculos y tendones
• Lesiones en la rodilla
• Hinchazón muscular
• Lesiones en el tendón de Aquiles
• Dolor a lo largo del hueso de la canilla o tibia
• Fracturas
• Luxaciones


Los síntomas de una lesión aguda incluyen:


• Dolor grave repentino
• Hinchazón
• No poder apoyarse en una pierna, rodilla, tobillo o pie
• Brazo, codo, muñeca, mano o dedo que está muy adolorido
• Dificultades en el movimiento normal de una articulación
• Extrema debilidad en una pierna o un brazo
• Hueso o una articulación visiblemente fuera de su sitio


¿Cómo se trata una lesión deportiva?
Los tratamientos frente a una lesión deportiva dependen de su tipo y gravedad, por lo que es importante visitar a un especialista que indique los procedimientos más adecuados para nuestra lesión.

Algunos de los tratamientos más comunes para estas dolencias son:


• Uso de medicamentos antiinflamatorios como la aspirina, el ibuprofeno, ketoprofeno o naproxeno, siempre siguiendo indicaciones médicas. Recuerda que no debes automedicarte
• Inmovilización del área afectada, con cabestrillos, entablillados, yesos e inmovilizadores de piernas
• Cirugía correctiva de los tendones y ligamentos desgarrados, o bien para colocar los huesos quebrados en posición correcta
• Rehabilitación con ejercicios kinesiológicos para ayudar a que la zona lesionada vuelva a la normalidad
• Reposo, para que sane la lesión